El camino desde que salimos de Puerto Natales ha sido muy lindo. El primer día fue fácil, por asfalto, sin mucho viento, por lo que aprovechamos para avanzar muchos kilómetros hasta que nos empezó a llover. Paramos a dormir en una garita de bus en la carretera. Aunque había poco espacio era muy nuevo y estaba limpio. Nos arreglamos bien con todo nuestro equipaje en 4m2.
Gaileta eta txokolatearekin pozik mutila!!! |
Ezin dena barruan sartu... |
Dormimos calentitos y resguardados de la lluvia y al día siguiente avanzamos con muy buen tiempo y viento a favor por una pista de ripio hacia el este, llegando a hacer 155km ese día. El record de este viaje!!!! Apenas cruzamos 2 autos en todo el día hasta llegar a Punta Delgada. El paisaje hermoso, con mucha fauna: guanacos, zorros grises, aves patagónicos, liebres... Lo peor del día fue la caída en bicicleta. Perdí el control de la bicicleta y me caí sobre la parte izquierda de mi cuerpo, golpeándome el hombro y las piernas, y una herida abierta en la nariz que lo curamos con puntos de papel. Por suerte no fue nada grave, la bicicleta tampoco sufrió ningún destrozo así que llegamos sin problemas hasta Punta Delgada. Allá empezamos a buscar una panadería y una mujer nos invitó a su casa a tomar un café con tostadas y huevos revueltos. Nosotros más que agradecidos no nos podíamos creer la buena bondad de ella. A continuación, empezamos a buscar algo cubierto para pasar la noche y después de preguntar en la municipalidad, nos dijeron que podíamos ocupar un local vacío que ellos tenían (con baño, agua, electricidad...)
Al día siguiente, tomamos el barco para cruzar el estrecho de Magallanes y pisar la isla de Tierra de Fuego. Tras una corta pero dura jornada contra el viento, llegamos a Cerro Sombrero, donde nos acomodamos a la entrada de una iglesia. Después de estar varias horas y de haber cenado, nos avisaron de que no podíamos pernoctar allí, por lo que recogimos todo y nos dirigimos a una zona de picnic al final del pueblo.
Después de un buen desayuno (como casi todos los días), partimos del pueblo con la intención de hacer unos 80km hasta Onaissin. Nada más empezar a pedalear tuvimos que hacerle frente al fuerte viento en contra, que incluso nos tiraba de la calzada y de la bicicleta. Despúes de 5km (1 hora), paró una furgoneta que nos invitó a subir. Ni lo dudamos. Nos recortó 15km duros contra el viento. De allí continuamos ciclando durante unos 10km hasta un pequeño refugio. Tuvimos que parar, era imposible avanzar. No es un camino muy transitado, por lo que estuvimos 2 horas intentando parar algún vehículo que nos pudiera acercarnos hasta meta. Al final paró una pequeña camioneta donde iban dos chilenos, 2 alemanas y una mejicana. Aunque no tenían mucho espacio, fuimos más que contentos todos en la camioneta escuchando reggae por las estepas patagónicas. Además nos llevaron unos 50km más adelante hasta un pequeño pueblo, Cameron.
Cameron |
Con las pilas cargadas y sin mucha prisa, salimos del pueblo pensando que el día iba a ser tranquilo y relativamente fácil. Pero no. A los 20 minutos empezó a llover, con la intención de no parar. A los 40km llegamos a un pueblo abandonado, Russfin, con los labios morados del frío patagónico que se nos había adentrado hasta los huesos. A lo lejos vimos una fábrica. Nos acercamos y vimos que había una serrería y un parador. Hablamos con el dueño, Francisco, y nos dirigió a una casita que tenía para cazadores: con camas, calefacción, fuego, agua caliente... A los minutos vino la médica, Yasna, con café caliente para nosotros. Nos quedamos asombrados del buen trato recibido, gente de muy buen corazón!!!! Pasamos la tarde calentitos al lado del fuego ( en una serrería no puede faltar leña!!!). Después de agradecerles esta inolvidable estancia, nos pusimos en camino hacia la frontera de Bellavista, para poder cruzar al lado argentino.
Muchísimas gracias, Francisco y Yazna!!! |
En Pampa Guanaco con Isabel y Valeria |
De ahí llegamos a Rio Grande, una ciudad de unos 120.000 habitantes. Después de la tranquilidad de los últimos días nos sentíamos perdidos entre tanto trafico y caos de gente en la calle. Decidimos hospedarnos en un hostal donde contactamos con Simon (el alemán) que también se encontraba en Rio Grande. En la tarde nos juntamos los tres para planear las siguientes tres etapas hasta llegar a Ushuaia por la Ruta 3.
La primera etapa fue a Tolhuin, donde se encuentra la casa de ciclistas mas famosa entre los ciclistas "Panadería La Unión". Si,si, una casa de ciclistas en una panaderia!!! Comimos las empanadas mas ricas de todo el viaje. Allí nos juntamos con otro ciclista mas, Yohann, de Quebec. Cenamos todos juntos, compartiendo las experiencias de cada uno (mezclando ingles, francés, español...).
Panadería "La Unión" |
Agradable paseo en canoa |
Nuestro suite a la orilla del lago |
19 de diciembre. Después de 5 meses de viaje desde que salimos de Bogotá, llegó el último día de pedaleo. Un lindo paseo de 60km hasta llegar a Ushuaia. Subimos al Paso Garibaldi, que ofrece una hermosa panorámica de los lagos. A las 16 horas llegamos a la ciudad de Ushuaia, "El fin del mundo", muy contentos de haber finalizado este viaje. Tomamos unas fotos, nos informamos de los alojamientos y preparamos la "Gran cena".
Paso Garibaldi |
Pero el viaje aún no ha finalizado!!! En el siguiente post os contaremos las aventuras de Ushuaia y Buenos Aires para así dar por finalizado este gran viaje por Sudamérica.
Hurrengora arte!!!!